Recordando: Santuario de Tigres

Despues de llegar ya muy tarde a Bangkok, decidimos irnos a nuestro hotel para un merecido descanso, sabiamos que la mañana siguiente teniamos un dia muy especial planeado, visitar el Santuario de los Tigres en la provincia de Kanchanaburi. 

A nuestra llegada a Bangkok alquilamos un carro, yo recomendaria hacer esto, ya que es mucho mas rapido y conveniente para llegar hacia tu destino, sin embargo, manejar en Tailandia no es para los debiles de corazón, puesto que debes tener agallas y muchas habilidades (y en esto es donde mi esposo sobresale!) y creanme no se sorprendan cuando tengan autos, motocicletas y gente por todas partes cruzandoseles en el camino.
 Asi que estan advertidos ;-)

 

Manejar hacia Kanchanaburi desde Bangkok toma aproximadamente una dos horas y media a tres horas, pero el paisaje que se puede ver en el camino los dejara impresionados, asegurense de hacer paradas en el camino, disfruten del viaje.  Nosotros hicimos eso, tambien hicimos una parada para comprar snacks, en Tailandia es muy comun ver tiendas de 7-11. 

Al llegar al Santuario de los Tigres era hora de compar nuestros entradas, si ven el sitio en linea del Santuario dice que la entrada cuesta 4500THB, mas o menos $140, pero al llegar el precio es mas barato, nosotros pagamos 1600 THB, $50. 

Si deciden visitar el Santuario asegurense de leer los consejos en el sitio en linea, es mas barato ir despues del medio dia, usualmente las mañanas esta abierta para visitantes en tours solamente, y tambien es exclusivo para los monjes que cuidan de los tigres. 

Tambien es Bueno leer acerca de la vestimenta apropiada que pueden usar, hay ciertos colores que estan restringidos al igual que ciertos articulos de ropa como pantalonetas (shorts), y camisetas sin mangas.  Yo llevaba puesto unos shorts y para poder entrar tuve que comprar un pantalon que vendian en una tienda afuera del santuario, termine pagando $15 extras.

 

La experiencia fue incredible, tuvimos la oportunidad de tomarnos fotos con los tigres adultos, y tambien pudimos caminar junto con ellos hasta un canyon para que fuesen alimentados, creanme que caminar al lado de esas magnificas creaturas fue bastante intimidante, pero a pesar de ser animales muy fuertes se podia sentir una docilidad en ellos, probablemente es por el trato que les dan los monjes lo cual los hace estar pasivos.

Tuvimos la opcion de alimentar a los cachorros o de jugar con unos tigres un poco mas grandes (el costo adicional era de $40), lastimosamente el poder alimentar a los cachorros nos haria esperar una hora y media extra y como teniamos el tiempo corto optamos por jugar con los tigres.

De que forma jugamos se preguntan? Pues eramos varias las personas que participariamos en esta actividad, fuimos llevados hacia un area que tenia una piscina que estaba con unos cuantos pies de agua, y nos proporcionaron “jugetes” para interactuar con los tigres (eran unos palos de madera con bolsas o globos, en una de las puntas) fue una experiencia como ninguna otra, tener a esas bestias capaces de matar brincando y salpicando agua por todos lados, jugando con nosotros como si fuesen gatitos. 

Como parte de esta opcion tambien pudimos darle un baño a uno de los tigres, una situación sumamente intimidante pero que despues de unos minutos se sintió como estar bañando a un cachorrito.

Que mas podría querer un tigre despues de un baño? pues comer claro!

Se nos dio un pedazo de pollo el cual el tigre cautelosamente tomo de nuestras manos, sin duda lo mas atemorizante que he hecho en mi vida!

Despues de haber estado esas horas en el santuario, me sentí muy afortunada y bendecida de poder haber tenido esa experiencia.

Asi que despues de un día maravilloso, tomamos camino de regreso a nuestro hotel en Bangkok, sabíamos que a la mañana siguiente debíamos continuar nuestro largo recorrido hacia nuestro proximo destino.